Las inversiones en fondos de inversión encuentran su atractivo en el hecho de que los rendimientos suelen superar a los de otros productos más tradicionales.
También se dice que los fondos de inversión tienen la costumbre de vencer la inflación a largo plazo. Sin embargo, los estudios han demostrado que los rendimientos obtenidos por los inversores suelen ser inferiores a los rendimientos obtenidos por sus inversiones durante un largo período de tiempo.
La evidencia de esto se puede encontrar en que uno a menudo se encuentra con individuos – amigos o familiares – que se han quemado las manos invirtiendo en fondos mutuos de capital. Y, con frecuencia, uno se encuentra con que el fondo en sí ha funcionado bien durante un período de tiempo. Entonces, ¿por qué estos inversores no logran crear riqueza invirtiendo en el mismo fondo?
La respuesta a esta pregunta radica en algunos malos hábitos de inversión que tienden a hacer que el escenario sea el peor de los casos. Uno de estos hábitos es lo que los expertos llaman «búsqueda de rendimiento». Muchos inversores invierten basándose en los rendimientos pasados de un fondo de inversión en lugar de centrarse en los fundamentos.
Y cuando ese fondo no rinde de acuerdo con sus expectativas, cambian a otro fondo que puede haber rendido mejor últimamente. Estos inversores a menudo se dan cuenta de que el fondo del que acaban de salir empezó a tener un mejor rendimiento poco después en comparación con el que acaban de comprar.
Hay que dejar este hábito para aprovechar al máximo los fondos de inversión. En lugar de seguir buscando fondos de mejor rendimiento, uno debería invertir en función de la composición del fondo y de su apetito de riesgo, teniendo en cuenta sus objetivos de asignación de activos.
Y una vez invertido, uno debe permanecer con el fondo durante los altibajos, y hacer el cambio sólo si hay algún defecto fundamental en el fondo con respecto al perfil de riesgo y la asignación de activos de uno.
Muchos inversionistas también tienen el hábito de invertir en fondos mutuos porque alguien que ellos conocen acaba de obtener unos atractivos rendimientos.
Esta mentalidad de manada también tiene sus inconvenientes, ya que el inversor que entra en el mercado cuando éste ya está en alza suele perder dinero a corto plazo a medida que el mercado se corrige.
Y con la mentalidad de manada, el asunto es que cuando las cosas se ponen difíciles, toda la manada comienza a entrar en pánico y a salir del mercado. Esto va fundamentalmente en contra del principio básico de compra-bajo-venda-alto del mercado, ya que el inversor entra en el mercado en un punto alto y sale cuando está bajo. Uno debe evitar este tipo de estrategia de inversión.
Lea más: La nueva onda de inversiones: invertir en inmuebles en Florida
El peor hábito que uno puede tener cuando se trata de invertir es sobreestimar su apetito de riesgo. Muchos inversores tienen la tendencia a invertir en esquemas agresivos en busca de mayores rendimientos.
Sin embargo, no son capaces de hacer frente al riesgo que conlleva y empiezan a entrar en pánico cuando el fondo tiene un mal rendimiento. Hay que evitar esto e invertir en aquellos instrumentos que se adapten a su apetito de riesgo. Si se hace eso, pueden permitirse permanecer en el mercado incluso cuando éste está pasando por sus mínimos y obtener grandes ganancias cuando el mercado se recupere.
Evitando estos errores, uno puede asegurarse de que aprovechen al máximo las inversiones de los fondos de inversión y creen una cantidad significativa de riqueza a largo plazo.