El fraude en línea es la preocupación número uno de los bancos e instituciones financieras. El rápido aumento de sofisticados esquemas criminales hace que los departamentos de TI de los bancos trabajen horas extras para protegerse del cibercrimen. La última oleada de ataques ha llevado a los bancos a considerar varias opciones como el cambio de los códigos de seguridad de las tarjetas de crédito y de débito a la hora, cada hora. Esto ciertamente permitiría a los bancos mantenerse a la vanguardia, protegiéndose de las nefastas actividades de los ciberdelincuentes.
En el Reino Unido, los bancos y otras instituciones financieras están trabajando duro para intentar implementar esta nueva tecnología que los protege del fraude en línea . Francia comenzó con esto en 2016, y Gran Bretaña está buscando adoptarlo lo antes posible. Si esta tecnología se implementa en el Reino Unido, cambiará drásticamente la forma en que los números CVC se utilizan para verificar las transacciones en línea. Las nuevas tarjetas de crédito comerciales propuestas presentarán una pequeña pantalla con un código aleatorio que es capaz de cambiar los dígitos a la hora, automáticamente.
La tarjeta de crédito típica de hoy en día tiene 3 números CVC en el reverso de la tarjeta junto a la firma, para Visa y MasterCard. El código aleatorio es una innovación que protegería contra el robo de la tarjeta física, y actuaría como una barrera de seguridad más en la que podría requerirse una autenticación de dos factores. La Oficina Nacional de Auditoría del Reino Unido no cree que la policía esté prestando suficiente atención a la prevención del fraude en línea. La única manera de que la actualización digital sea eficaz en las tarjetas de crédito es que todos los proveedores de tarjetas de crédito participen en el plan. El fraude con tarjetas de crédito en línea ha explotado fuera de control con el aumento de los sindicatos delictivos que realizan estafas de seguridad cibernética.
Protección contra las actividades fraudulentas
Actualmente, los hackers emplean varias técnicas eficaces para robar información personal de sus desafortunadas víctimas, entre las que se encuentran las siguientes:
Aplicaciones para Android e iOS diseñadas para recoger la información de las tarjetas de crédito de las personas y vender esos datos a los sindicatos criminales.
Estafas por correo electrónico que requieren información personal y financiera de los clientes.
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Criminales que rastrean las actividades de sus víctimas usando perfiles de medios sociales como Facebook, Twitter, Instagram y G +.
Los delincuentes suelen utilizar Wi-Fi gratuito en aeropuertos, hoteles, cafeterías y otras terminales de acceso público para piratear los archivos y datos personales de sus víctimas.
La Oficina Nacional de Auditoría (NAO) no cree que el tema se haya convertido en una pandemia hasta ahora, pero quiere aumentar la participación de las fuerzas del orden y del gobierno. Sin embargo, se estima que en el último año se han registrado 2 millones de intentos de fraude en línea, y que los costos se han disparado a miles de millones de libras. El fraude en línea se considera un delito de gran volumen y bajo valor, pero la cantidad real de fraude cometido es muy grande.