La economía de México entró en una recesión moderada durante el primer semestre de 2019 y se mantuvo estable en el tercer trimestre, según los datos revisados de la agencia nacional de estadística del país publicados el lunes, en un revés para los planes del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las cifras actualizadas muestran que la economía mexicana se contrajo en 0.1 por ciento en la comparación trimestral en términos desestacionalizados durante el primer y segundo trimestres de 2019, después de haberse contraído también por el mismo margen en los últimos tres meses del año pasado.
Una recesión es generalmente definida por los economistas como dos trimestres consecutivos de contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de un país.
En una estimación preliminar publicada a finales de octubre, la agencia informó que la economía creció un 0,1 por ciento en comparación con el trimestre anterior durante el período de julio a septiembre. Sin embargo, esta cifra ha sido revisada para mostrar que la economía se ha estancado.
Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, dijo a los clientes en un comunicado que el banco ahora no espera crecimiento en México en 2019, después de un aumento del 2 por ciento el año pasado.
Se espera que el próximo año la economía se recupere ligeramente, expandiéndose un 1,1%, impulsada por varios factores, entre ellos la recuperación de la producción de petróleo y gas, una construcción más fuerte, aumentos salariales y un mayor gasto del sector público, dijo.
La confianza de los inversionistas en México, la segunda economía más grande de América Latina, se ha visto sacudida por varios cambios realizados por López Obrador, un exponente del nacionalismo económico.
El veterano izquierdista asumió el cargo en diciembre de 2018, comprometiéndose a aumentar el crecimiento a un 4 por ciento anual. En cambio, la economía se desaceleró y trató de evitar las críticas diciendo que las partes más pobres de México se beneficiaban más de sus políticas.
