Un hombre sabio dijo que cuando se pierde algo, al menos no se pierde la lección. Al hacer un balance de sus finanzas y acumular las pérdidas debidas a la pandemia COVID-19, pregúntese qué podría haber mantenido sus finanzas en buen estado. Aquí hay algunos pasos que pueden proteger tus finanzas contra tales emergencias.
Espera lo inesperado
La mayor lección financiera de la epidemia de COVID-19 es también la más simple: guarda siempre algo de dinero de emergencia para un día de lluvia. La gente que siguió esta regla no tendrá que aplazar sus IEM, buscar alivio de los propietarios o llevar adelante sus facturas impagas.
Los bancos han ofrecido moratorias de reembolso, pero no para siempre. Además, todos los pagos de los préstamos no pueden ser aplazados. En algún momento, los prestatarios estresados tendrán que vender activos para saldar sus deudas. Para evitar esta situación, asegúrese de tener suficiente dinero escondido en un fondo líquido o en un depósito bancario al que pueda accederse fácilmente cuando lo necesite. La posibilidad de que se pierdan puestos de trabajo y se reduzcan los salarios no ha hecho más que subrayar la importancia de un fondo para imprevistos. La regla general es tener al menos 5-6 meses de gastos en un fondo de este tipo.
Pedir prestado y gastar sabiamente
La oferta de moratoria de pago de los bancos está siendo vista como un regalo de Dios por algunos prestatarios. Pero también plantea una pregunta pertinente. Si un prestatario está bajo tanta presión para pagar su IEM, ¿debería haber tomado el préstamo en primer lugar? Al menos los clientes de préstamos hipotecarios han construido un activo. El terreno es más resbaladizo para los usuarios de tarjetas de crédito. Pasaron el plástico y acumularon facturas que no podrían pagar. Gasta y pide prestado sólo lo que tu cartera te permita. De lo contrario, no sólo se agotarán sus finanzas, sino que incluso se manchará su historial de crédito.
Mantener el historial de crédito intacto
La importancia de un buen historial crediticio no puede subrayarse lo suficiente. Durante una emergencia, puede que te veas obligado a pedir un préstamo. Esto sería pan comido si has sido un buen prestatario con un historial intachable. Incluso si has perdido tu trabajo, un buen historial de crédito puede conseguirte un préstamo. Pero los prestamistas lo evitarán si tienes atrasos en tu informe de crédito. Como las instituciones ahora hablan entre sí, cambiar de banco o acercarse a un nuevo prestamista no ayudará mucho. Puede ser más útil mejorar su puntaje de crédito cuando las cosas van bien, para que no le perjudique cuando surjan problemas.
No arriesgue el dinero que necesita muy pronto
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La caída del mercado de valores ha puesto el mundo al revés para muchos inversores. Los asesores financieros están poniendo una cara valiente y diciendo a sus clientes que no se muevan. Esperan que los mercados de valores se recuperen finalmente. Esto puede ser cierto, pero podrían pasar unos meses o incluso años antes de que los precios de las acciones alcancen los niveles anteriores a la crisis. La gente que no puede esperar a la recuperación está en problemas. La regla es no invertir el dinero que se necesita muy pronto en activos volátiles. Si el objetivo financiero es menos de 3-4 años, no invierta en instrumentos vinculados a la equidad. Busque opciones más seguras que puedan dar menores rendimientos pero que no produzcan pérdidas. Un depósito bancario o un fondo sin capital social es una mejor opción cuando se ahorra para objetivos a corto plazo.
Mantenga el riesgo de la cartera
La asignación de activos es un factor clave para determinar los rendimientos. Los asesores de inversiones piden a los clientes que reequilibren periódicamente sus carteras para mantener el nivel de riesgo. Sin embargo, la decisión de reequilibrar no es muy fácil porque requiere tomar una decisión contraria. El inversor tiene que deshacerse de los activos que van bien y comprar más de los de bajo rendimiento. Muy pocos inversores tuvieron el sentido común de vender cuando el Sensex subió por encima de 42000 a principios de este año, al igual que muy pocos tuvieron el valor de comprar cuando cayó un 35% en marzo. La regla es establecer un objetivo de asignación de activos con rangos de porcentaje superiores e inferiores. Si se sobrepasan estos niveles, puede ser necesario revisar la cartera e incluso reequilibrarla. Los inversores que siguen tenazmente su asignación de activos minimizarán sus pérdidas cuando los mercados caigan y maximizarán sus ganancias cuando revivan y superar la emergencia.